jueves, 6 de agosto de 2009

Gran Cuñado: una ayudita para la derecha

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ambalivabal el Jueves, 21 Mayo 200912 Comentarios


Un éxito para los muchachos de Clarín que la encuesta tenga estos resultados -parciales.

En Gran Cuñado se apela a una sutileza infinita que ya nos tiene acostumbrados a quienes somos observadores de los mensajes del Grupo. Desde el inefable slogan “periodismo independiente” de Todo Noticias hasta el jueguito de somos objetivos porque no apoyamos explíticamente a ningún candidato, Clarín crea una lógica perversa de fornicamiento incesante a los consumidores de sus productos apelando a la confianza pero mintiendo como Pinocho desnortado.

Pero lógicamente este segmento del programa más visto de la televisión argentina tiene sus intenciones: horario central en épocas de elecciones es la prueba principal.

1. Hay algunos personajes que están recreados muy bien; pero los discursos de algunos son parte de la derecha operante. Ya con saber que su guionista es Nik, el humorista (?) de la derecha nos da una pauta. Nik, que nunca supo mucho interpretar la realidad política y basó su carre(rit)a en chistes básicos con chicanas menores, hoy pone en boca de los políticos lo que, diría Marcelo Bonelli, “la gente quiere”. Es decir, no hace más que perpetrar y perpetuar los estereotipos de los “líderes” (qué grande les queda la palabra a algunos…) políticos de interés para estas elecciones, estereotipos creados por la caterva mediática derechosa.

Por ejemplo, de Francisco (De Narvaez) se sabe que es un hombre de clase alta que busca el voto de la clase media. “Me rio porque soy común” (min 2:41) es gracioso pero no hace más que continuar con la imágen mediática que ya de por sí tiene. Así entonces se profundiza el discurso menos peor -para él-: un caretón medio carolo; y se ocultan sus vínculos con la droga, y que ni hablar de la empresa familiar “querida por todos” que él fundió. (Si en realidad todos sabemos que a él lo va a votar la conchetada; a muchas señoritas aseñoradas de provincia les re gusta que lo muestren así, bien lejos de la negrada).

Peor es el caso de Guillermo Moreno, que lo personifican sin conocerlo, puesto que no es un personaje de cámaras en absoluto (nos gustó este post al respecto).

2.Pero no sólo se continua con la imagen de los políticos, sino que se reafirman discursos sociales de derecha: que el primero “en entrar en la casa” sea Nestor Kirchner con una banda presidencial hace explícito el sostenimiento de que Kirchner gobierna y no Cristina Fernandez. Y no sólo eso, sino que la estructuración completa del diálogo entre Tinelli y “Néstor” remite a esa concepción -bajando ya que estamos chicanas a los intendentes del conurbano (min 6:14) y a la ley de Medios, rebajándola a un chistecito de Kirchner con su frase que da nombre a este espacio (min 3:44).

Dentro de este discurso, se agrega al combo de sandeces la suposición de que Cristina Fernandez no lo quiere a su marido, con el famoso “piquito” y la cara del personaje, bien a lo Cecilia Bolocco.

3.Por su parte Marcelo Tinelli, con una cara de póker (o de pelotudo, según la seriedad del caso) que le sale muy bien, consolida el discurso derechoso de Macri, que si bien es “chiste” en Gran Cuñado, el conductor comenta y la audiencia pasiva escucha palabras que causan un poco de pavor -miren lo que dice en el minuto 4:40 respecto de los cartoneros:

4.Con Gran Cuñado todos los medios enloquecieron y cada uno realizó su análisis. Clarín, siempre primero en la gilada, publicó una nota tendenciosa cuyo comienzo nos parece demencial:

(respecto del “dramatismo” que genera “la permanencia de Cristina” en el programa) “Lo niegan en varios despachos de Casa Rosada y dicen que su atención está puesta en otra cosa. Difícil de creer, si se tiene en cuenta que ayer, cuando Cristina Kirchner fue salvada de la casa de “Gran Cuñado” en el programa de Marcelo Tinelli, el rating trepaba a casi 30 puntos, más de 3 millones de personas solo en Capital y GBA.”

Por qué es difícil de creer? Un diario no es responsable cuando presume que es “difícil de creer” algo que se afirma desde el gobierno, cualquiera, en cualquier país. No sabemos si la presidenta mira Gran Cuñado, pero sí sabemos que gobernar un país es bastante más importante que una parodia (que presume ser) política, por lo que nos inclinamos a creerle a “las voces” de la Casa Rosada. Está claro que se busca hacer del segmento el espacio de debate político como si estos políticos fueran los verdaderos y como si el de Tinelli fuese un programa serio.

Gran Cuñado, al fin de cuenta, es una parodia bastante bizarra de los políticos argentinos (qué casualidad que faltan Stolbitzer, Michetti, Duhalde), con un gui0nista mediocre, unos reidores insoportables, un conductor que… bueno, un inefable conductor… pero el mayor problema, es decir, en donde reafirma la significación de Gran Cuñado -re groso que asusta a los políticos- es en toda la juntada de medios que se dedican mañana, tarde y noche a hablar de ello.

Cuando en el medio de la campaña un debate político corre su eje y se convierte en politiquerío de humor mediático, estamos en un problema; estamos frente a un debilitamiento de la democracia y de la fortaleza de sus espacios legítimos y sus instituciones soberanamente construídas.

tU m/l8[llones de personas solo en Capital y GBA.”

Por qué es difícil de creer? Un diario no es responsable cuando presume que es “difícil de creer” algo que se afirma desde el gobierno, cualquiera, en cualquier país. No sabemos si la presidenta mira Gran Cuñado, pero sí sabemos que gobernar un país es bastante más importante que una parodia (que presume ser) política, por lo que nos inclinamos a creerle a “las voces” de la Casa Rosada. Está claro que se busca hacer del segmento el espacio de debate político como si estos políticos fueran los verdaderos y como si el de Tinelli fuese un programa serio.

Gran Cuñado, al fin de cuenta, es una parodia bastante bizarra de los políticos argentinos (qué casualidad que faltan Stolbitzer, Michetti, Duhalde), con un gui0nista mediocre, unos reidores insoportables, un conductor que… bueno, un inefable conductor… pero el mayor problema, es decir, en donde reafirma la significación de Gran Cuñado -re groso que asusta a los políticos- es en toda la juntada de medios que se dedican mañana, tarde y noche a hablar de ello.

Cuando en el medio de la campaña un debate político corre su eje y se convierte en politiquerío de humor mediático, estamos en un problema; estamos frente a un debilitamiento de la democracia y de la fortaleza de sus espacios legítimos y sus instituciones soberanamente construídas.

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